En un cazo añadimos la nata y el queso a trozos (podemos añadir la mitad del queso e ir probando según la densidad que nos guste podemos añadir más o menos), y llevamos a fuego suave sin dejar de mover hasta conseguir que se deshaga completamente el queso.
Salpimentamos la salsa y podemos añadir otras especias que nos guste, y seguimos moviendo. Ya estará lista.