Lo primero, en una trituradora o licuadora, añadimos los tomates, la cebolla y los ajos y trituramos hasta formar una salsa.
Cogemos una sartén, añadimos aceite, llevamos a fuego medio y añadimos los chiles (podemos utilizar otro tipo de chiles que nos gusten), hasta que doren.
Añadimos la salsa de tomates a la sartén y removemos, cuando empiece a hervir bajamos a fuego lento, y dejamos cocinar durante 8 minutos.
Veremos que la salsa está espesando, salpimentamos al gusto y añadimos los cubos de queso fresco y dejamos durante 2 minutos (el queso no se tiene que derretir).
Ya estará listo para comer, servir caliente con tortillas de maíz o pan.
Raciones 3