Pre-calentamos el horno a 180ºC, con calor arriba y abajo.
En un bol, tamizamos la harina (este proceso es pasar la harina a través de un colador, para hacerla más fina).
En otro bol, vamos a separar las yemas de las claras de los huevos.
En el bol de las yemas añadimos 1/2 taza de azúcar y batimos bien (nos podemos ayudar de unas varillas eléctricas).
Añade la leche tibia y continúa batiendo (sabrás que está lista cuando la mezcla tenga burbujas).
Añadimos la harina, junto al polvo de hornear y la sal y mezclamos hasta que sea homogénea la masa, sin grumos y reservamos.
Ahora en el bol de las claras, batimos con las varillas eléctricas hasta formar un merengue (este paso es muy importante, ya que es el que le aporta esponjosidad a la panetela).
Añadimos, poco a poco, el resto del azúcar y la vainilla, mezclando todo muy bien.
Ahora vamos a añadir el merengue a la primera masa, con movimientos envolventes (nos ayudaremos de una espátula), hasta que quede integrado todo.
Cogemos un molde, apto para el horno, y engrasamos y enharinamos.
Añadimos la mezcla al molde.
Metemos al horno durante 30 minutos (sabrás que tu panetela esta lista, cuando introduzcas un palillo en el centro y este salga limpio).
Sacamos del horno y esperamos 10 minutos para desmoldar.
Desmoldar, con cuidado, sobre una rejilla y deja enfriar por completo.
Ya estará lista para comer.
Es una receta básica, que puedes añadir al relleno los ingredientes que más te gusten, como pasas o frutos secos, o incluso añadir una cobertura de chocolate o merengue.
Raciones 8