Lo primero, es poner a remojo las chufas, para ello cogemos un bol con el agua fría que cubran y dejamos durante 8 horas (la puedes poner de un día para otro), reservar en el frigorífico y cambiar el agua 3 ó 4 veces.
Escurre las chufas, enjuaga bien con agua y deja que escurran bien.
Vamos triturar las chufas, podemos ayudarnos de un robot de cocina o una batidora, añadimos la 1/2 del agua hasta formar una masa densa.
Colamos esta mezcla, para que no nos queden grumos, y volvemos a triturar con el resto del agua.
Volvemos a colar la masa que nos ha quedado y añadimos a un bol.
Añadimos al bol de la masa de las chufas el azúcar glas y removemos (podemos añadir más azúcar si nos gusta más dulce), y reservamos en el frigorífico hasta que enfríe que ya estará lista para tomar.
Podemos reservar en el congelador e ir batiendo cada media hora, para conseguir helado de horchata.
Raciones 6