Lo primero, cogemos una sartén con un poco de aceite y llevamos a fuego lento y añadimos todas las especias, saltemos durante 10 minutos, sin dejar de remover (cuidado que no se nos quemen).
Transcurrido el tiempo, sacamos del fuego y, con ayuda de un triturador, las molemos hasta que quede totalmente en polvo (podemos utilizar un mortero).
Ya estará lista para utilizarla, se puede conservar en un bote hermético, protegido del calor durante varios meses.