Las croquetas de jamon iberico son un todo un clásico de los aperitivos. Son nutritivas, sabrosas y baratas, podemos dejarlas preparadas con antelación o congelarlas sin que pierdan ninguna de sus cualidades. Todos son ventajas.
Podemos hacer croquetas de casi todo lo que se nos ocurra, pero en esta receta hemos elegido aprovechar esos últimos trozos de la pata de jamón ibérico que tanto hemos disfrutado todos en casa.
De todas formas es un plato tan económico que podemos (y debemos) permitirnos el lujo de utilizar un buen jamón ibérico: se notará en el resultado.
Ponemos la leche a cocer muy lentamente con un hueso de jamón durante 15 o 20 minutos.
Picamos la cebolla y el ajo ( si se usa ) en trocitos muy pequeños y, en una sartén o cazuela aparte, los pondremos a pochar en el aceite o la mantequilla. Cuando estén tiernos añadimos el jamón ibérico, rehogamos muy brevemente y añadimos la harina. A fuego muy suave para que no se queme la tostamos un poco (unos 10 minutos).
A continuación vamos añadiendo poco a poco la leche que habíamos cocido sin parar de remover para que no se formen grumos. La removemos unos 15 o 20 minutos a fuego lento y salpimentamos.
Cuando la bechamel esté hecha (tenderá a separarse de las paredes de la sartén o cazuela), la pasamos a una fuente, la tapamos por contacto con film transparente (para evitar que se haga costra en la superficie) y la dejamos enfriar. Lo ideal es dejarla en el frigorífico de un día para otro.
Una vez fría la bechamel, le damos forma a las croquetas y las pasaremos primero por harina, luego por huevo y a continuación por pan rallado.
Por último, las freimos en aceite bien caliente (para evitar que se abran) y las pondremos sobre papel de cocina para que se absorba el aceite sobrante.
Tamaño de la ración 5
Raciones 6