Lo primero, quitamos los tentáculos de los calamares con cuidado que no se rompa el calamar y reservamos el calamar.
En un recipiente cortamos finamente los tentáculos de los calamares, 1 cebolla, 1 diente de ajo, el perejil, sal y pimienta y los huevos duros y mezclamos todo muy bien.
Añadimos el pan rallado y cascamos el huevo fresco y volvemos a mezclar bien.
Vamos a rellenar los calamares con la mezcla anterior, con cuidado que no se rompan (sin apretar demasiado la mezcla ya que el calamar encogerá cuando lo cocinemos y se podría salir la mezcla), les ponemos un palillo para cerrarlos e impedir que se salga el relleno.
En una sartén añadimos bastante aceite y llevamos a fuego alto.
Cuando caliente, añadimos los calamares hasta que doren por una cara y le vamos dando la vuelta para que doren por todas.
Sacamos de la sartén, en un plato con papel absorbente para quitar el exceso de aceite y reservamos.
En la misma sartén donde hemos elaborado los calamares, quitamos un poco de aceite y añadimos la cebolla hasta que ablande.
Añadimos el tomate a la sartén y cocinamos hasta que evapore el agua del mismo.
En un cazo añadimos las almendra y calentamos a fuego suave, hasta que doren, removiendo para que no se quemen.
Sacamos las almendras y con ayuda de un mortero o cualquier otro utensilio de cocina, las machacamos hasta que queden finas.
Añadimos las almendra a la sartén, con un poco de sal, el agua y el vino blanco y movemos bien, dejando cocinar 5 minutos a fuego medio - suave, para que evapore el alcohol.
Añadimos los calamares rellenos y dejamos cocinar, a fuego medio - alto, durante 20 minutos.
Listos para servir, retiramos el palillo y a comer.
Raciones 2