En un cazo añadimos el azúcar y el whisky y mezclamos y llevamos a fuego alto.
Con mucho cuidado quemamos el líquido para obtener el licor (cuidado con este paso, ya que hace llama).
Apagamos el fuego y reservamos.
Preparamos 2 cafés intensos y reservamos.
A poder ser, en una copa alta, añadimos el whisky abajo, encima el café (intentando que no se mezclen) y por encima añadimos nata montada, obteniendo así las 3 capas de textura y listo para degustar.
Podemos añadir encima, como decoración opcional, unos granos de café.
Raciones 2